La experiencia práctica de Kammerichs aconteció en el mar
Mediterráneo y, de allí recala en el riacho de su ciudad natal. A orillas del
agua y previo al desarrollo de las actividades, comparó ambos escenarios y
sostuvo que “para los bañistas, en el mar es más fácil flotar debido a la
salinidad del agua pero sí lo agarra una correntada mar adentro, lo puede pasar
mal. Lo ideal es no luchar contra la correntada, o en un remanso o remolino en
el río…”.
En otro tramo de la charla admitió no tener “tanta experiencia
práctica”, pues recordemos completó su curso hace no más de un año, “pero sí puedo
aportar los conocimientos adquiridos”; (…) pues “el guardavidas debe estar
preparado ya que nunca sabrá cuando habrá una situación de “hombre al agua”, y no
solamente en la temporada de verano pues uno es socorrista todo el tiempo”.
Ante la inminente inauguración del espacio de veraneo,
Kammerichs destacó las obras y afirmó que “Goya se merece tener una playa más
acorde a la ciudad”.
Por otra parte, recomendó que al llegar a la playa “las
personas se informen con el bañista si existe una zona desfavorable antes de
ingresar al agua; no conviene que después de estar expuesto al sol mucho tiempo se ingrese de lleno al agua porque el cambio
brusco de temperatura puede provocar mareos, desmayos; ni tampoco hacerlo
después de comidas copiosas”. Consejos que convienen tenerlos en cuenta si pretendemos
que el disfrute en este espacio público sea total.
Grupo de bañistas |
Profesora Lidia Stride (delante) |
Juan Pablo Kammerichs |
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