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¿Por qué Guarani?


¿Por qué aprender guaraní, sino le ofrece ningún valor práctico a mi vida?
¿Tiene valor práctico para un “kunumi” que se asombra y goza de todo lo nuevo que va conociendo?
¿Tiene valor práctico para un “karia´y”, que pierde la noción del tiempo y el espacio al ser impactado por una bella “kuñataî”?
¿Tiene valor práctico sumarse en el manso planeo en cielo abierto de un humilde “yryvu” buscando su alimento?
¿Tiene valor práctico, el manantial que fluye en la pendiente de un “yvyty” murmullando su alegría entre piedras y “amambáy”?
¿Tiene valor práctico la conmoción que produce en todo nuestro ser, el estampido del “arañarô”?
Nada de todo lo nombrado nos es práctico; pero, ¿acaso sin todos ellos nuestras vidas vivirían. Yo diría que todos ellos son lo que justifican la existencia de “lo práctico”.
Nuestra lengua primigenia, es el idioma del coloquio y la alegría, el que en sus giros y metáforas expresa con exactitud las ideas y conceptos. Nos viene desde el momento en que el hombre en América en su evolución, todavía estaba inocente y por ello en pleno diálogo con la naturaleza. Y, así fue que de esa simbiosis entre Ava y Natura germinó nuestro dulce, bello y armonioso idioma guaraní.

Autor: Mbyju´i

Glosario
Kunumi: muchachito, (viene de kunu´ûmi = mimadito)
Karia´y: varón (en plenitud)
Kuñataî: señorita
Yryvu: cuervo (hay dos especies)
Yvyty: cerro
Amambáy: helecho (propio de la selva Misionera)
Arañarô: rayo (literalmente: bravura del espacio-tiempo)

Ava: hombre, persona, raza.    

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