Kara'i Octubre es un personaje que forma parte del universo cultural de la región. Es karape (petiso), camina encorvado, resguardado en las anchas alas de su raído sombrero de paja y el vive solo en el monte. Todos los 1 de octubre aparece en la cocina de los hogares, con una mazorca en la mano y un látigo o guacha de
ysypo, en la otra mano.
Le interesa sobremanera la cocina de cada
casa. Pasa hasta donde las ollas están hirviendo sin importarle nada más. Lo ha
hecho durante siglos. ¿Quién podría cuestionar su actitud?
Malhumorado el hombre y de pocas pulgas el
Karai se pasea por los poblados haciendo sonar su látigo para anunciar su
llegada. Las mayoría de las mujeres le ceden el paso y le dejan espiar en sus
ollas. Pero aquellas que no han seguido la tradición, pretenden ahuyentarlo,
temerosas, pero nadie se salva del castigo.
Si no encuentra suficiente comida se queda
con esa familia para todo el año y, además de los guachazos, la miseria les
acompañará por todo el año, con sus nefastas consecuencias.
De ahí que en todas las casas, cada 1º de
octubre, no falta un suculento jopará bien servido, tomando como ingredientes
los productos disponibles, el locro (o el locrillo) y el kumanda (poroto);
acompañados de verduras (zapallo, zanahoria, papa, cebolla, tomate, choclo) y queso criollo; todos los ingredientes son hervidos por varias horas
hasta que, a punto, se convierte en uno de los platos más apreciados y
deliciosos.
De esa forma la conciencia de toda la familia
quedará tranquila por el resto del año. En cambio aquellos que se resistan y
mezquinen la comida de ese día tendrán que convivir con el hambre por el resto
del año.
Esta tradición enseña a prever el
alimento durante los meses de “vacas flacas”, época que se inicia en octubre y
que abarca hasta el 24 de diciembre.
Para los guaraníes, este mes era de pocas
cosechas y escaseaban los alimentos. Ellos notaban que en esta época florecían
los lapachos, y disminuían las reservas de alimentos, ya que no había frutos
que recoger en el monte y los animales estaban muy flacos por la salida del
invierno, y la agricultura que hacían como ser maíz, mandioca, batata, recién
se sembraba a partir de allí.
Es por esto que los guaraníes recibían y
reciben el mes de octubre con este delicioso guiso jopará, para conjurar al
Karaí Octubre. Entonces, si el kara'i se encontraba con un buen guiso, abundante, entendía que se habían administrado bien los alimentos y entonces los favorecería con una cosecha abundante bendiciendo a la familia con su mazorca. Caso contrario, la pobreza del guiso indicaba la mala administración de los alimentos y, por tanto, el error sería castigado con su látigo de ysypo y miseria durante la cosecha.
Imagenalegorica y muy creativa
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