Ir al contenido principal

ANGELES SOMOS vs. HALLOWEEN


1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos y una tradición que nutre al folclore de Corrientes: “Ángeles somos”. Es costumbre que este día los niños se vistan como angelitos, y portando una simple cruz de madera y un ramito de flores, visiten algunas casas en donde recibirán algún dulce a cambio de bendiciones. Las primeras en visitar son aquellas en donde hubo fallecido algún niño, dejando implícito el mensaje de que esa alma era ahora parte de los ángeles de Dios.
La fuerza con la que la cultura estadounidense penetra en gran parte del mundo (incluida Argentina) hizo que Halloween, una fiesta de raíces satánicas proveniente de los pueblos celtas, ensombreciera la tradición local. Antecedentes de la fiesta dicen que el 31 de octubre los druidas adoraban al dios de los muertos, se ponían en contacto con los difuntos y practicaban el espiritismo para que los muertos puedan salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Las calabazas encendidas servían para iluminar el camino a estos muertos que venían a la tierra esa noche. Por otra parte, los niños que van de casa vestidos demoníacamente o como brujas, negocian al recitar “dulce o truco”, traducido esto último en alguna fechoría para quién se negara a entregar duces.
¿Ángeles o demonios? ¿ramo de flores o guadaña? ¿bendiciones o fechorías? ¿ángeles de Dios o almas en pena? ¿una sana costumbre provinciana o una costumbre impuesta y comercial?

No permitamos que el miedo de brujas y calaveras sea más importante que la alegría. ¿O acaso no sería mucho mejor que, al abrir nuestras casas, en vez de demonios nos encontremos con angelitos que nos digan: “Ángeles somos, del cielo venimos, trayendo regalos. Colación, colación, su bendición”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La Comunicación Interpersonal: Aspecto No Verbal

La comunicación no verbal se realiza a través de multitud de signos: imágenes sensoriales*, sonidos, gestos, movimientos corporales, etc. Generalmente, acompaña, completa, modifica o sustituye al lenguaje verbal. Cuando hablamos, otras señales acompañan a nuestras palabras, aunque no seamos muchas veces conscientes de ello. Estas señales son la entonación, las pausas, los gestos, las posturas, etc. Incluso podríamos decir que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y un 65% es comunicación no verbal. Este 65% de elementos no lingüísticos que acompañan a la comunicación verbal pueden desempeñar varias funciones en el proceso de la comunicación. Pueden confirmar o reforzar lo que dicen nuestras palabras , como ocurre cuando decimos “ Sí” y movemos la cabeza de arriba abajo. En otras ocasiones, pueden contradecir lo que se está diciendo , como cuando reaccionamos ante un chiste que nos parece muy malo con la expresión ¡Qué gracioso! Utilizando una determinada

"Comunicación Animal y Lenguaje Humano"

La observación del comportamiento de los animales demuestra que poseen un código específico de señalización. Se trata de un sistema de comunicación altamente desarrollado. Por ejemplo, las diversas posturas corporales para indicar agresividad o sociabilidad, los diferentes gritos y los cantos de las aves, en distintos niveles, permiten hablar tanto de comunicación gestual como de comunicación vocal. Sin embargo, no puede hablarse de lenguaje animal, porque faltan las condiciones fundamentales de una comunicación propiamente lingüística. Si se observa la danza de las abejas cuando, después de haber libado, regresan a su colmena, puede constatarse una comunicación gestual. En efecto, cuando una de ellas descubre una fuente de alimento, ejecuta ante los demás habitantes de la colmena, una danza que indica el exacto emplazamiento de la flor de donde vuelve. Poco tiempo después, llegan las otras abejas a la misma flor. Estas danzas que disponen de dos componentes esenciales, como los

6 de enero: San Baltazar

San Baltazar, el rey de oscura tez que fue testigo del nacimiento de Cristo, tiene sus devotos en Goya y, como cada 6 de enero, se reúnen para honrarlo en casa de la familia Piriz. La imagen de Baltazar está tallada en madera y tiene más de 300 años, aunque  no se sabe con certeza de dónde provino ni cuándo comenzó esta devoción en nuestra ciudad.  Lo cierto es que en 1926 la imagen fue donada a los herederos de don Alberto Morales y estos, allá por 1950, la entregan a Polonia Oviedo de Piriz para dar continuidad a una tradicional devoción popular. Así, a través de varias generaciones, “los Piriz” llevan adelante esta misión desde hace más de 70 años. La fiesta al “santo moreno” tuvo sus años gloriosos pero actualmente está en notable descenso su popularidad. Por eso, con el propósito de avivar la llama de la fe y preservar esta manifestación cultural, la municipalidad de Goya a través de la dirección de Cultura la declaró “de interés cultural” en 2006 y contribuyó con la realiza