Pedro Ríos, conocido como "el tamborcito de Tacuarí", nació en 1798 en Yaguareté-Corá (Jaguarete Kora). Por esta localidad correntina -que hoy se llama
Concepción- pasó Manuel Belgrano con su ejército,a fines de 1810. Su destino era Paraguay.
En su paso por Concepción, Belgrano fue ante la imagen de San Francisco de Asís, patrono del poblado, para rezar. Al salir de la capilla para visitar la escuelita local, fue rodeado por varios paisanos que le pidieron incorporase a su ya escaso ejército. Entre ellos estaba el niño Pedro Ríos, por entonces de 12 años, quien insistía en que Belgrano lo incorporase a su tropa.
Belgrano dudó en un principio, pero el padre del niño, Antonio Ríos, antiguo maestro rural, le dijo: “No sólo doy mi consentimiento, sino también le ruego que lo acepte, porque yo, con mis 65 años de existencia, soy un hombre anciano, y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria”.
En el ejército de Belgrano había un comandante cuya visión estaba muy disminuida, quien pidió al general que aceptara al niño para que le sirviese de guía. Y así ocurrió.
Cuando llegaron al Paraguay, los patriotas debieron enfrentar la resistencia del gobernador Bernardo de Velazco. La primera batalla tuvo lugar en Paraguarí, donde Pedrito tomó a su cargo el tambor cuando el encargado del mismo ocupó un lugar como soldado.
El 9 de marzo de 1811 se desarrolló el duro combate de Tacuarí. Belgrano, con 250 hombres, debió enfrentar a dos mil. Siete horas duraron las acciones.
Pedrito, redoblando con los palillos el parche de su tambor, alentaba a los soldados de la Junta de Buenos Aires hasta que dos balas de fusil pusieron fin a su vida.
A través de la ley N° 5988, sancionada en el 2011, en el marco de los 200 años de la batalla de Tacuari, se instituyo el 9 de marzo como “Día del Niño Correntino”, en reconocimiento y homenaje permanente al sacrificio por la Patria y la Libertad que prestara este valiente niño.
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En su paso por Concepción, Belgrano fue ante la imagen de San Francisco de Asís, patrono del poblado, para rezar. Al salir de la capilla para visitar la escuelita local, fue rodeado por varios paisanos que le pidieron incorporase a su ya escaso ejército. Entre ellos estaba el niño Pedro Ríos, por entonces de 12 años, quien insistía en que Belgrano lo incorporase a su tropa.
Belgrano dudó en un principio, pero el padre del niño, Antonio Ríos, antiguo maestro rural, le dijo: “No sólo doy mi consentimiento, sino también le ruego que lo acepte, porque yo, con mis 65 años de existencia, soy un hombre anciano, y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria”.
En el ejército de Belgrano había un comandante cuya visión estaba muy disminuida, quien pidió al general que aceptara al niño para que le sirviese de guía. Y así ocurrió.
Cuando llegaron al Paraguay, los patriotas debieron enfrentar la resistencia del gobernador Bernardo de Velazco. La primera batalla tuvo lugar en Paraguarí, donde Pedrito tomó a su cargo el tambor cuando el encargado del mismo ocupó un lugar como soldado.
El 9 de marzo de 1811 se desarrolló el duro combate de Tacuarí. Belgrano, con 250 hombres, debió enfrentar a dos mil. Siete horas duraron las acciones.
Pedrito, redoblando con los palillos el parche de su tambor, alentaba a los soldados de la Junta de Buenos Aires hasta que dos balas de fusil pusieron fin a su vida.
A través de la ley N° 5988, sancionada en el 2011, en el marco de los 200 años de la batalla de Tacuari, se instituyo el 9 de marzo como “Día del Niño Correntino”, en reconocimiento y homenaje permanente al sacrificio por la Patria y la Libertad que prestara este valiente niño.
Además, se estableció que se conmemore en todas las escuelas de Corrientes la fecha señalada, se
lo incorpore al calendario escolar y también la historia del personaje y los
hechos de valor del niño héroe, a la currícula de todos los niveles de
educación provincial, resaltando como ejemplo de la juventud.
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