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Rodolfo Larderico “Coqui” Correa


Compositor y músico goyano nacido el 17 de abril de 1939, hijo del juez Juan de la Cruz Correa y Julia Martina Estevez.
Cursó sus estudios primarios  y, aunque no terminó la secundaria, era un niño que leía mucho y le gustaba escribir. A los 9 años empezó a transitar el camino de las letras que más tarde lo reconocería como un gran poeta popular. El primer poema que realizó se lo hizo a la escuela del barrio Scófano. Dicen que él se levantaba por la mañana y ya algo escribía; tenía en su cabeza muchas palabras que luego las transformaba en lindas poesías.
Una faceta que poco se difunde de “coqui” es su afición al fútbol. Sus familiares más directos señalan que “era buen jugador, pero con el tiempo fue dejando de lado esta práctica porque se venía aproximando la música a su vida”.
Historiando nombres que trascendieron o bien se destacan actualmente en el campo de la literatura y el folclore correntino, Evangelina Martínez, nieta de nuestro recordado poeta, realizó una entrevista a su abuela Rosita Saucedo en la que comentó que “el padre (de “coqui”) lo obligaba al principio a aprender guitarra; y su madre le daba cigarrillos mentolados que  -según él- le hacían bien a la garganta. Comenzó a fumar a los 9 años”.
Durante su adolescencia siguió encaminándose en la música, realizando audiciones, participando en concursos o en programas radiales.
En otro tramo de la entrevista se recuerda que “a los 20 años fue a cumplir con el servicio militar; y a su regreso decidió ir a Buenos Aires a ‘probar suerte’. Estudió tango unos meses, y en una de esas casualidades tuvo la oportunidad de trabajar con Ramón “Palito” Ortega, pero nunca sacaron ningún tema juntos por algunos problemas que acontecieron… Al tiempo su padre enfermó, falleció y Coqui volvió a Goya. Tuvo que hacerlo…”.
Sin embargo, y aunque todo fuese desazón y se pensase que las oportunidades se diluyen, al volver se unió a “Las Voces del Viento”, grupo integrado por los hermanos Acosta (Luis, “maajo” y el gordo Osmar) que por entonces sobresalían con su música en Goya y la región. En este tiempo junto a “Las Voces… , Coqui compone la letra de la Canción del Surubí y el grupo de los hermanos Acosta la estrena en el escenario de la fiesta mayor de Goya.  Con posterioridad se unió a Los Bárbaros donde Oscar Macías, primera voz del grupo, entonó el ya himno de la fiesta. Y aunque lo sigue haciendo con “Los Curupí”, la Canción del Surubí fue interpretada también en una de las ediciones por el grupo Amboé y también por el grupo de música tropical “Damas Gratis”.
En noviembre de 1978 su camino se cruza con el de Rosa Saucedo, quién más adelante sería su esposa. Producto de la charla con Rosa, cuenta Evangelina que “ellos estuvieron 27 años juntos; a sus 53 años se unieron en matrimonio en la capilla La Mercede del barrio Sarmiento, en el año 1996. Vivieron bien un tiempo porque cuando fallece su mamá le queda al abuelo un profundo dolor. Dos años después, tras la inundación de aquel año ’98, contrajo una neumonía que se agravó y en octubre, un edema pulmonar, lo deja internado por diez días en la Clínica de la Mujer y el Niño, hasta que el 22 de octubre fallece. Tenía entonces 59 años”.
Rodolfo Larderico Correa tuvo muchos reconocimientos por sus inspiraciones poéticas, muchas de ellas hechas canción. Por la Canción del Surubí, el primer distintivo lo otorgó el intendente Antonio Villarreal, a quién se lo considera “el padre de la fiesta”.
El intendente Ignacio Osella, durante su mandato, dispuso la construcción de un nicho perpetuo en el cementerio.
En 1997 publicó “Pinceladas Goyanas”, obra por la cual obtuvo un primer premio literario. Además, muchas de sus obras, permanecen inéditas.

Finalmente, cabe mencionar que esta entrevista y otras investigaciones sobre escritores y músicos correntinos fueron parte  de una actividad que desarrollé en 2015 junto a mis alumnos desde la cátedra de Comunicación. A ellos el mérito que también les corresponde….


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