La Cena clausura de la Fiesta Nacional del Surubí, bautizada por los mismos pescadores como el Mundial de Pesca, estuvo cargada de momentos emotivos.
Muchísimos de estos pescadores que disfrutaron de un excelente asado manifestaron que en Goya encontraron "su lugar en el mundo". Ataviados con los colores respectivos de sus barras pesqueras, embanderados y hasta con exceso de cotillón, los protagonistas de la fiesta le pusieron color a la noche de entrega de premios.
El Tinglado se vio literalmente colmado de miles de personas que no quisieron perderse, entre tantas cosas, el show chamamesero de Ricardito Silva y su conjunto. Por supuesto, Los Curupí también amenizaron la velada y, llegado el momento, Oscar Macías entonó -una vez más- la emblemática canción de Coqui Correa. Al tiempo en que todos acompañaban el estribillo, los ganadores del concurso hicieron su aparición y con el final de los acordes, los papelitos, el bulllicio y los sapukay saludaban a los ganadores que, champagne en mano, se aprestaban al brindis de los campeones.
Muchísimos de estos pescadores que disfrutaron de un excelente asado manifestaron que en Goya encontraron "su lugar en el mundo". Ataviados con los colores respectivos de sus barras pesqueras, embanderados y hasta con exceso de cotillón, los protagonistas de la fiesta le pusieron color a la noche de entrega de premios.
El Tinglado se vio literalmente colmado de miles de personas que no quisieron perderse, entre tantas cosas, el show chamamesero de Ricardito Silva y su conjunto. Por supuesto, Los Curupí también amenizaron la velada y, llegado el momento, Oscar Macías entonó -una vez más- la emblemática canción de Coqui Correa. Al tiempo en que todos acompañaban el estribillo, los ganadores del concurso hicieron su aparición y con el final de los acordes, los papelitos, el bulllicio y los sapukay saludaban a los ganadores que, champagne en mano, se aprestaban al brindis de los campeones.
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