En el convento San Alfonso (foto1), en Villa Allende
(Córdoba), se viene realizando desde el lunes el Encuentro de Familia
Redentorista. Este espacio convoca anualmente a más de un centenar de personas
de diversas edades provenientes de Mendoza, Rosario, Buenos Aires, Salta,
Tucumán, Goya y Córdoba. Este año, por primera vez, participa una delegación de
Uruguay (foto2), país donde está presente también la comunidad del Santísimo
Redentor.
foto 1 |
foto 2 |
La jornada comenzó con la recepción de las comunidades
teniendo a su cargo la apertura el sacerdote Adrián Roelli, asesor en Goya de
Familia Redentorista; ciudad a cargo de la organización del evento. Tras las
palabras de bienvenida explicó el logo y el lema que guía el encuentro (foto 3),
“Misioneros Redimidos, solidarios para un mundo herido”, completándose este
momento con la proyección de un video en el que se reconocen las distintas
comunidades en funciones que reflejan buena parte del carisma redentorista
(https://www.facebook.com/284288578337901/videos/1277051732394909//).
foto 3 |
A su término, cada una de ellas exhibió aspectos de la
cultura de cada una de las provincias mencionadas, haciendo notar a la vez las
heridas y/o desafíos que ofrecen sus realidades particulares (fotos 4 y 5).
Por la noche se completó esta actividad, previa celebración
de la Eucaristía preparada por los encuentristas rosarinos (fotos 6 y 7).
foto 4 |
foto 5 |
foto 6 |
foto 7 |
El día siguiente comenzó con la oración matutina y, ya en
momento de iluminación temática, se esbozaron las heridas que presenta el mundo
de hoy y cómo, en ese contexto, se anuncia al Redentor. Esta presentación
adoptó la modalidad de un programa radial, con móviles de exteriores ubicados
en distintos escenarios (talleres), a saber: escuela, club, hospital, barrio, familia,
entre otros. La multiplicidad de visiones y el intercambio de experiencias
enriquecieron el aporte inicial al visibilizar las heridas que presenta cada
uno de estos lugares y haciéndonos tomar conciencia a la vez de como es nuestra
actitud frente a cada una de ellas; muchas veces de total indiferencia, como lo
reflexionaba el padre Bartolomé en la misa del día anterior ayudado por el
evangelio del buen samaritano. “Jesús se hace pariente cercano para redimirnos.
Así como el buen samaritano, tenemos que abajarnos de la cabalgadura, ponernos a la altura del
sufriente, compadecerse, como lo hizo Jesús”, señaló el octogenario sacerdote
(foto 8).
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En la segunda mitad de la mañana, las Hermanas de la
congregación ofrecieron una dinámica reflexión rescatando la figura del
evangelio del día anterior. “Jesús se detuvo a rescatarnos”, del mismo modo el
cristiano tiene que “dar el primer paso” en dirección a la solidaridad, a la
ayuda del sufriente, del herido, más allá de que en la mayoría de las veces,
somos también “sanadores heridos”, puntualizó. “No alcanza con ir con la
puntilla de nácar a la misa (…); hay que salir aprisa al encuentro con Dios y
los hermanos”, agregó en otro tramo. Por otra parte, “echamos sal en la herida
al naturalizar los males que nos aquejan. Así, tardan en cicatrizar”, completó la
Hermana Adriana Barbieri.
En la misa vespertina, Tucumán instaló una serie de
interrogantes para descubrir quién es mi hermano y las actitudes que hacia él
tenemos, pero también evocaron a la memoria de los presentes para hallar allí a
aquellas personas que se comportaron con nosotros como verdaderos hermanos,
ayudándonos a afrontar algún conflicto y a darnos esperanzas entre tanta
desolación. El momento ganó en emotividad pues desnudó historias de vidas, de
esas que dejan cicatrices en el alma y que nos hacen ver qué personas están a
nuestro lado en las horas difíciles, interesándose por nuestra existencia y, de
nuestra parte, valorándolas aún más. (foto 9)
Los jóvenes, por su parte, ofrecieron las conclusiones de lo
charlado y debatido en la jornada (foto 10).
foto 9 |
foto 10 |
El punto fuerte del día siguiente estuvo en el Retiro
Mariano “Miradas de Misericordia”, guiado por la Hermana Adriana Barbieri y el
Presbítero Adrián Roelly. (foto 11, 12 y 13)
foto 11 |
foto 12 |
foto 13 |
Ver, mirar, contemplar, observar…, cada uno de estos términos
con sus propias implicancias ayudaron a distinguir como cada uno de ellos se
apegan a las propias actitudes. La mirada interior y reflexiva ante de dirigir
la palabra a alguien o tomar una decisión; o la enjuiciadora que no se le
escapa los yerros ajenos y solo ve la paja en el ojo ajeno y no en el propio,
son solo dos ejemplos contrapuestos de los muchos que surgieron al momento de
la reflexión personal como de la instancia grupal. (fotos 14 y 15)
foto 14 |
foto 15 |
María, con su mirada de mujer dirigida a su familia, los
vecinos, su pueblo, mira también la vida en su esposo José y en Jesús a medida
que crece. Lo mira atentamente con la misma atención que mira sus experiencias
de vida. No solo lo mira atentamente, también acompaña la cruz y mira además,
la vida de la comunidad. Estas distintas miradas de María, correspondientes a
la vez a distintos momentos de su vida, orientaron la meditación.
Posteriormente, algunas conclusiones fueron compartidas espontáneamente. (foto
16)
foto 16 |
“La mirada de Dios está en todos los aspectos de nuestras
vida”, aseveró la religiosa. Que María nos amplíe la mirada para observar con
misericordia la vida de los demás.
La celebración eucarística de la noche estuvo presidida por
el Padre Miguel Chabrando, quien reafirmó muchas de las ideas trabajadas con su
particular y contundente estilo al momento del sermón.
Poco antes de la aurora, las delegaciones fueron
preparándose para una jornada prevista para este día a desarrollarse en Villa
Cura Brochero y que incluyó la visita al Museo Brocheriano y la participación en la misa del último día de
novena del santo gaucho. La misma estuvo presidida por el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenaventura y concelebrada por los sacerdotes redentoristas presentes (fotos 17, 18 y 19).
foto 17 |
foto 18 |
foto 19 |
La presencia de los misioneros redentoristas
motivó al prelado para en su mensaje destacar este aspecto de la iglesia. “Dios
elige personas, las hornea en el fuego de su amor, y cando están listas, las
larga a la misión. Que seamos de verdad una iglesia misionera, callejera, es lo
que pedimos. Que se reavive el ardor misionero”, esbozó. (foto 20)
Más adelante puntualizó: “Cuando el evangelio abre los ojos, genera la necesidad de una obra por realizar. Porque Jesús lo cambia todo. Como con Pablo (de Tarso), Brochero, el Papa Francisco…, o vos y yo. ¿Qué quiere hacer Dios a través de mí? ¿Cuál es mi lugar en esta iglesia misionera?”, son los interrogantes que dejó en la parte conclusiva de su alocución.
El turno del laico llegó el día viernes con la presentación
del documento orientador y el desarrollo del rol del laico redentorista, esto a
cargo de Claudia Tevez y Silvina… Previamente la radio Luciérnaga emitió su
señal y en el programa del día se hizo memoria de las jornadas previas y se
ayudó oral y teatralmente a distinguir los valores y actitudes que regían la
conducta personal y grupal en los días anteriores, confrontándolos con los que
deben ser parte de todo cristiano que se precie de tal, y particularmente con
aquellos que definen el perfil del (laico) redentorista.
La mañana concluyó con un trabajo grupal organizado por
comunidades de origen para observar allí las acciones misioneras que se están
concretando, el modo en que se realizan y los nuevos desafíos que se presentan.
Cerca de la noche se concretó un momento de recreación donde
jóvenes y adultos disfrutaron de un grato momento con canciones, sorpresas y
baile.
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